sábado, 29 de diciembre de 2018

12 semanas, adiós.


Me preguntaba por qué después de la semana 6 ya no escribía ni dibujaba. Me sentía un poco mal, como si no te estuviera haciendo a ti el mismo caso que le hice a Arnau.

Pero quizá era inconsciente el no escribirte, ya que a partir de la semana 6 decidiste pararte. Y ayer, 29 de diciembre, en la semana 12 empecé a perderte y me ha dado mucha pena.

Es bonito lo que ahora siento; una mezcla de pena, amor y gratitud por lo que tengo. Cuando miro a Arnau me siento más que feliz de tenerlo, y de que sea tan perfecto. Me siento reconfortada por mi familia, unida a Ori, feliz de ser fértil y poder seguir intentándolo... Viva.

Sé que no llegaste a ser personita, pero aún así tengo ganas de despedirme de ti, porque una cosa es clara, sí que eras alma. Y lo sigues siendo, allá donde seas.

Gracias por el aprendizaje, y espero que tú u otra alma nos elija la próxima vez, y todo salga bien.

Adeu.

martes, 20 de noviembre de 2018

6 semanas, embarazo 2



La semana pasada fueron doritos tex mex, esta semana son leys a la campesina. Me siento en el sofá y vivo el presente mientras saboreo una a una las patatas de bolsa que normalmente no como porque son basura pero que ahora me llaman desde el caprabo y yo bajo a comprarlas sin mucho remordimiento, porque sí, me quitan esta nausea que ya ha empezado y además las disfruto, es mi placer.

No sé si es el otoño, el embarazo o que estoy resfriada pero lo único que quiero hacer es tumbarme en el sofá con la manta y ver friends. Y me trago un capítulo tras otro. Dentro de un rato llegarán Ori y Arnau y tendré que medio ejercer de madre. Dejaré que Arnau vea la patrulla canina porque así me deja más tranquila, pero me empezará a pedir agua, galletas, fruta, pipi, caca, y así cada vez que me vuelva a sentar al sofá necesitará algo nuevo hasta la hora de cenar en la que no querrá cenar y luego no querrá dormir. Después nos abrazaremos y nos quedaremos dormiditos y estaré en la gloria bendita con mi tesoro entre los brazos.

Me leo quejica pero es como estoy, no lo voy a negar. Estoy en mi lado oscuro estos días.


No sé que serás, nuevo bebé, y no quiero cagarla hablando antes de hora, pero es que no lo puedo evitar, creo que eres niña, Claudia, y si luego al final no lo eres pues esta carta te resultará algo rara, pero es lo que hay, tenía ganas de decirlo de una vez.

Si eres niño aún no sabemos tu nombre, le toca a Ori escoger, pero con mi beneplácito, claro está.

Ahora mismo estoy en una época extraña, tengo una especie de negocio montado que siempre está arrancado, no gano dinero, no gasto dinero, estoy muy a gusto en mi casa y me gusta hacer yoga, leer y escribir. Me gustaría escribir un libro pero estoy en esa fase en la que no tengo ni puñetera idea de cómo hacerlo, así que voy escribiendo cosas en mis blogs, en instagram, y poco más.

Qué curioso, que acabo de mirar la libreta de dibujos del embarazo anterior, y en estas fechas dibujé un sofá, o sea que me pasó lo mismo que ahora. La diferencia es que no escribí nada de náuseas, y esta vez ya tengo náuseas, así que una mierda tó.

Ay Mari, empezamos bien.

Esta tarde tengo que dar una clase de yoga y no paro de toser, pero necesito salir, necesito hacer yoga, necesito estar un rato con adultos y ser persona.

Un abrazo, lentejita.

PD: este dibujo es lo que me ha salido tras siglos de no coger papel y colores. No me ha apetecido buscarle significado, ahí lo dejo.






"Lo que en realidad quiero es"

Ejercicio de escritura automática. Hazlo tú antes de leer el mío para no estar influenciada y que lo que te salga sea más genuino.


Pon la alarma para dentro de 10 minutos y empieza a escribir: Lo que en realidad quiero es... y escribe sin parar, sin pensar, aunque no te salga nada. Si te quedas bloqueada rápidamente vuelve a escribir lo que en realidad quiero es... y sigue hasta que suene la alarma.



Lo que en realidad quiero es sentirme bien, sana, liviana, fluida, sana, fuerte, amar y ser amada.
La vida que quiero es una vida sencilla, una casa cómoda, minimalista, zen, con pocas cosas,
con espacio, con luz, con vida, con familia, con alegría. Me gusta tener tiempo libre en el que
no hacer nada o en el que aprender o en el que ayudar a les demés.

Lo que en realidad quiero es trabajar poco pero ganar lo suficiente para poder comer bien, que nunca nos falte de nada y quizá ahorrar lo justo para sentir que si el futuro se pone feo puedo tener una seguridad. Aunque esa seguridad no es real, creo que es una apuesta que puede salir bien y que me hace sentir más segura, valga la redundancia, entonces veo que lo que realmente quiero es sentir seguridad. También quiero vivir tranquila dentro de la incertidumbre, disfrutar el momento y quitarme preocupaciones, por lo que realmente lo que quiero es paz mental. Quiero un físico sano, una mente sana, una familia sana. Lo que realmente quiero es salud.


Esto de escribir tantos minutos seguidos es complicado porque hace que aparezca el vacío y tener que llenarlo a veces incomoda, no me gusta la trivialidad por lo que creo que lo que realmente quiero es autenticidad, conexión. Quizá para eso sirve este rellenar el vacío, para dejar que se escapen verdades entre tanta palabra inconexa, lo que de verdad quiero es conexión. Me preocupa el curso que quiero hacer porque quiero que tenga mucho valor y me cuesta organizarlo y enfocarlo a un público concreto así que lo que en realidad quiero es claridad mental. Claridad.



Sé que para conseguir esto hay que comer sano, hacer ejercicio, meditar, descansar y disfrutar, así que lo que realmente quiero es hacerme caso y eso significa que lo que realmente quiero es coherencia, respeto. Quiero vivir a tope pero sin dejarme arrastrar por los demás, por lo que piensen o por lo que me digan, así que lo que realmente quiero es libertad y confianza en mi misma. Y esto se consigue entrenando, por lo que tengo que seguir atreviendome a ser yo misma, decir lo que pienso y sin herir a nadie, por lo que lo que realmente quiero es tener asertividad y tolerancia. Tengo que seguir escribiendo a pesar de que ya no me sale nada, he mirado la hora para ver si podía acabar de escribir y como aún no puedo pues sigo por que me gusta cumplir con lo que me propongo por lo que realmente quiero es responsabilidad.



Parece mentira pero por mucho que sigo escribiendo siempre acaba saliendo algo nuevo, y eso está muy bien por lo que me anima a seguir y veo que lo que realmente quiero es constancia, ánimo, fuerza, persistencia. Faltan dos minutos y ya tengo ganas de leer todo lo que he escrito en este texto y subrayar en negrita lo importante y me siento impaciente por lo que realmente quiero tener paciencia. Ya faltan unos segundos y me despido de este texto diciendo Yo si puedo. un abrazo.

Cuando acabes señala en negrita o en rotulador las palabras que te llamen la atención, las palabras clave, y haz una lista para ti. Un abrazo.

lunes, 25 de junio de 2018

Carta mensual a mis suscriptoras. Junio.

Querida compañera,

¿Cómo estás? Me gustaría escucharte y que me lo explicaras. O leerte, me gusta más leer que oír, me parece más profundo.

Yo para variar quiero contarte un poco mi vida, que aunque es una vida común, no me canso de disfrutarla y de sufrirla y con ello de aprender, y como compartir es crecer, pues aquí estoy :) 

Acabo de volver de un viaje cortito a York. No sé qué tiene Inglaterra, que para no gustarme ni su comida ni su clima ni muchas cosas, siempre me acaba atrayendo de una manera u otra. Me gusta porque tiene una personalidad peculiar. Es como esa amiga rara, que no sabes porqué pero te encanta. Si Inglaterra fuese una mujer su estilo sería vintage, algo desaliñada, y su casa sería la antigua casa de su abuela en la cual nada ha sido modificado, conservando su ambiente rococó, y donde todo lo moderno se ha ido acoplando donde cabía, mezclándose con lo viejo sin pudor, y quedándose ella tan ancha y orgullosa de su hogar. Íngla es así, y no piensa cambiar, ni siquiera mejorar sus defectos... y si no te pues gusta ya sabes.

Pues el tema de hacer un viajecito justo ahora vino porque Ori y yo tenemos ganas de tener otro bebé, y hace poco me vino la paja mental de “con lo que me a mí gusta viajar, si ahora nos ponemos a tener otro bebé ya no podré hacerlo en mucho tiempo, y no podré desconectar nunca de mis hijos y de mis labores bla bla bla…” lo cual es una verdad como un puño. Pero analizándolo bien, ¿realmente me gusta mucho viajar y necesito hacerlo? y la respuesta es NO. 

Lo que realmente me gusta es la idea de viajar, me gusta conocer otras culturas, salir, charlar, pasear, descubrir… pero cuando lo hago, con un día o dos tengo más que suficiente, y esta vez ha sido exagerado, al separarme de mi hijo de 2 años y medio (casi 4 días). Al segundo día ya sentía que había disfrutado del viaje y que ya era hora de volver con mi gordito. Tuve la clarísima sensación de que no había ningún motivo en el mundo por el que yo tenga que estar separada de él varios días, por muy a gusto que esté él con sus abuelas, tíos y primos, y por muy a gusto que pueda estar yo por ahí de parranda. No tenía cabida en mi cuerpo-mente-espíritu. It didn't feel right. Y no tiene nada que ver con culpa, ni con ser adicta al olor de mi bollito. Si me entiendes levanta la mano.

Además, el 99% de las veces que viajo me pongo enferma (soy un floripondio, quizá una orquídea...) y esta vez, que ya iba medio tocada, pues imagínate cómo he vuelto. Mejor no te lo cuento.

Total. Aprendizaje a poner en práctica (va para todas):

- Detecta las pajas mentales antes de actuar. Es fácil, suelen tener formato queja. A la que te pilles quejándote de algo, imaginando un posible escenario que te fastidia la vida... ahí tienes material del bueno, Mari Trini, no busques más.

Aprendizaje de esta experiencia concreta:
  1. No me encanta viajar ni necesito viajar “sin hijos”: Como mucho me encanta hacer una escapada de 1 día y me sienta fenomenal.
  2. Si soy un floripondio, pues soy un floripondio, así que más vale 1 día de confort que 4 días low cost. No pienso volver a viajar con Ryanair ni ir a lo barato en general, porque me acaba saliendo bien caro. Ay nena, te haces mayor... 

 Yo debería haber sido la reina de Inglaterra, toda rodeada de lujos y tacitas de té, pero si me he reencarnado en mujer de barrio hipersensible, pues es lo que me toca vivir. Y disfrutar. Y sufrir. 


Un abrazo,

Nadia

PD: Si te gusta el rollo británico te recomiendo muy mucho la serie: Outlander. Cart

jueves, 8 de marzo de 2018

8 Marzo 2018



Revivan las brujas

Revivan las brujas
que fueron quemadas por ser sabias,
por ser honestas, por seguir su intuición.

Revivan en nuestras palabras, en nuestros actos, en nuestros corazones;
cuando nos atrevemos a ser únicas,
cuando somos compañeras, no rivales,
cuando resurgimos una y otra vez de las cenizas.

Y revivan porque ellas están en nosotras,
su vida está en nuestro despertar,
y en nuestro despertar está la Vida.



La noche es nuestra
La noche es nuestra,
con su calle en el suelo y su luna en el cielo.

La noche es nuestra
y tenemos derecho a disfrutar del camino,
tenemos derecho a llegar a salvo a nuestro destino,
es ridículo siquiera tener que aclararlo, ¿no es?

Pero nuestra libertad se ve amenazada;
cada día nos atacan,
cada día nos acosan verbal-físicamente;
dolor, miedo, rabia, muerte.

Nuestra lucha es cada día más despierta,
seguiremos de pie haciéndonos ver, oir y escuchar.
Y no pararemos hasta poder caminar tranquilas,

porque la noche es nuestra.


#revivanlasbrujas #lanocheesnuestra