sábado, 29 de diciembre de 2018
12 semanas, adiós.
Me preguntaba por qué después de la semana 6 ya no escribía ni dibujaba. Me sentía un poco mal, como si no te estuviera haciendo a ti el mismo caso que le hice a Arnau.
Pero quizá era inconsciente el no escribirte, ya que a partir de la semana 6 decidiste pararte. Y ayer, 29 de diciembre, en la semana 12 empecé a perderte y me ha dado mucha pena.
Es bonito lo que ahora siento; una mezcla de pena, amor y gratitud por lo que tengo. Cuando miro a Arnau me siento más que feliz de tenerlo, y de que sea tan perfecto. Me siento reconfortada por mi familia, unida a Ori, feliz de ser fértil y poder seguir intentándolo... Viva.
Sé que no llegaste a ser personita, pero aún así tengo ganas de despedirme de ti, porque una cosa es clara, sí que eras alma. Y lo sigues siendo, allá donde seas.
Gracias por el aprendizaje, y espero que tú u otra alma nos elija la próxima vez, y todo salga bien.
Adeu.
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