martes, 20 de noviembre de 2018

6 semanas, embarazo 2



La semana pasada fueron doritos tex mex, esta semana son leys a la campesina. Me siento en el sofá y vivo el presente mientras saboreo una a una las patatas de bolsa que normalmente no como porque son basura pero que ahora me llaman desde el caprabo y yo bajo a comprarlas sin mucho remordimiento, porque sí, me quitan esta nausea que ya ha empezado y además las disfruto, es mi placer.

No sé si es el otoño, el embarazo o que estoy resfriada pero lo único que quiero hacer es tumbarme en el sofá con la manta y ver friends. Y me trago un capítulo tras otro. Dentro de un rato llegarán Ori y Arnau y tendré que medio ejercer de madre. Dejaré que Arnau vea la patrulla canina porque así me deja más tranquila, pero me empezará a pedir agua, galletas, fruta, pipi, caca, y así cada vez que me vuelva a sentar al sofá necesitará algo nuevo hasta la hora de cenar en la que no querrá cenar y luego no querrá dormir. Después nos abrazaremos y nos quedaremos dormiditos y estaré en la gloria bendita con mi tesoro entre los brazos.

Me leo quejica pero es como estoy, no lo voy a negar. Estoy en mi lado oscuro estos días.


No sé que serás, nuevo bebé, y no quiero cagarla hablando antes de hora, pero es que no lo puedo evitar, creo que eres niña, Claudia, y si luego al final no lo eres pues esta carta te resultará algo rara, pero es lo que hay, tenía ganas de decirlo de una vez.

Si eres niño aún no sabemos tu nombre, le toca a Ori escoger, pero con mi beneplácito, claro está.

Ahora mismo estoy en una época extraña, tengo una especie de negocio montado que siempre está arrancado, no gano dinero, no gasto dinero, estoy muy a gusto en mi casa y me gusta hacer yoga, leer y escribir. Me gustaría escribir un libro pero estoy en esa fase en la que no tengo ni puñetera idea de cómo hacerlo, así que voy escribiendo cosas en mis blogs, en instagram, y poco más.

Qué curioso, que acabo de mirar la libreta de dibujos del embarazo anterior, y en estas fechas dibujé un sofá, o sea que me pasó lo mismo que ahora. La diferencia es que no escribí nada de náuseas, y esta vez ya tengo náuseas, así que una mierda tó.

Ay Mari, empezamos bien.

Esta tarde tengo que dar una clase de yoga y no paro de toser, pero necesito salir, necesito hacer yoga, necesito estar un rato con adultos y ser persona.

Un abrazo, lentejita.

PD: este dibujo es lo que me ha salido tras siglos de no coger papel y colores. No me ha apetecido buscarle significado, ahí lo dejo.






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