2009

ANDORRA EN 10 LINEAS

Andorra, tierra de pocos. Paraíso fiscal, infierno existencial. Sus preciosas montañas encierran pueblos de personas cerradas e inmigrantes infelices. Con lo pequeña que es, y sus gentes siempre tienen prisa al volante, no se de dónde sacan ese estrés, quizás del aburrimiento que se respira aquí. Todo gira en torno al dinero, mucho más que en una gran ciudad. No hay ocio que no se pague y caro. No sé dónde están los niños, porque no hay parques donde puedan jugar a algo normal. Y eso es extraño ya que lo único que encuentro bueno de este país, es que no hay delincuencia, por lo que los niños deberían poder estar tranquilos en cualquier sitio. Es un país excluyente. Aquí no hay ancianos, minusválidos, enfermos, pobres, gente de otras razas… no hay sitio para ellos. A cualquier persona mayor, le conviene más ir a España si quiere sobrevivir medio bien. Y si la delincuencia es poca, es sólo porque hay más policía que civiles.

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MI RALLADA

No sé lo que quiero. Sé lo que es bueno. Sé lo que es malo.

Tengo miedo. De hacer daño, de que me lo hagan, de que sufran mis seres queridos.

Me preocupa el futuro, y parezco una despreocupada.

No se si estoy loca, o tengo demasiadas inquietudes. Tantas posibilidades que soy como una niña delante de un escaparate de golosinas y no sabe cual escoger. Por ahora parece que voy probando golosinas, pero las escupo antes de tragar. Por miedo de que haya otra mejor que no esté disfrutando. ¿Soy una egoista? ¿inconformista?

Seguramente todo se descubre con el tiempo y mientras no haga las cosas mal, las buenas vendrán. Tengo suerte. Todo va bien. Familia, salud, amistad, dinero suficiente.

Siempre consigo lo que quiero.

Lo malo es que no sé lo que quiero…

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Paseando por Sispony

Paseando por los caminos bajo el sol y entre los árboles, disfrutando el cansancio del caminar, del aire puro de la montaña, del calor del sol en mi piel. Me siento viva haciendo esto. Me tumbo en una lisa piedra como un lagarto bajo el sol. Siento la naturaleza en mí. El silencio me llena. La brisa me tranquiliza. El tiempo se para.

No me hace falta más. Estoy contenta porque si.